No
entiendan ustedes, queridos amigos, nada que no es. Que aquí un servidor es
obrero (aunque sin callos en las manos, los tengo todos en el corazón) de los
que curran mucho por poca pasta.
Ninguna
alegoría oscura y subliminar debe ser
atribuida al título de este sencillo post. Que quede claro. Además, he quitado
el “una”.
Lo
que aquí les cuento tiene que ver todo con un país al que he viajado en varias
ocasiones. Un país africano que lo pasa mal. Una tierra donde la mayoría son unos
desheredados y en la cual no se dan duros a 4 pesetas (que uno tiene una edad).
Un país de hambre, miseria, de explotaciones humanas y geográficas, de
carencias…
Un
país digno donde la gente se gana la vida como puede o como le dejan. Aunque
esto no es nada singular. Es lo mismo en todas partes.
Hoy
les voy a hablar de la cara amable de este lugar. Que también la tiene. De las
bellezas y bondades de una tierra grande. De una tierra libre. Salvaje.
Kenia
es así. Y gracias a ello logra resurgir de entre sus propias turbiedades, una y
otra vez.
Vayan.
Viajen a su corazón. Conozcan a sus gentes y disfrútenlas. Disfruten de sus
paisajes, de sus luces imposibles. De sus tormentas y de sus seres vivos
primigenios. Acaricien sus aguas y estírense en sus praderas. Vean pasar la
nubes y oigan el rugido de las bestias en la noche. Respeten.
Respeten
lo que pisen, lo que coman, lo que vean. Respeten lo que entiendan y también lo
que no entiendan. Manifiesten sus anhelos a quién tengan que manifestárselos y
después háganlos realidad. Todos.
A
Kenia hay que viajar con las manos abiertas y la mochila vacía. Allí se llenan
de sinceridad y pasiones.
Hay
un olor a tierra húmeda tras la lluvia que no se puede comparar a nada. Una luz
en la sabana que se graba en la retina para siempre.
Vayan,
queridos amigos, vayan y vean, aprendan y admiren.
Pero
eso si, un aviso: piensen que en ese país hay otra realidad, aquella que forma
un binomio indisoluble, el de la propia existencia. Pueden ustedes conocerlo o
no, pero sean conscientes y consecuentes. Ya se lo dicho todo.
Ahora
mi pequeño homenaje…
PROHIBIDO EL USO DE ESTAS IMAGENES/ DO NOT USE THE PICTURES
(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.
Me encantan las fotos, pero lo que mas me gusta es que se enseñen las cosas buenas que incluso tienen los sitios mas poco afortunados...también hace falta ver las cosas buenas para variar.
ResponderEliminarAfrica tiene mucho de miseria y olvido pero también está llena de historias magníficas de gentes maravillosas, un lado positivo que a veces nos olvidamos de contar los que contamos cosas y enseñar los que toman la vida en imágenes. Gracias Alfons por tu homenaje a mi tierra del alma...
ResponderEliminarAsí es la vida, agridulce, sino sería imposible vivir. Lo que no tiene perdón son los turistas que van al tercer mundo (por llamarlo de alguna manera) y miran a los autóctonos por encima del hombro.
ResponderEliminarMama tunza de kobo trust y de kobo luxury ahi en kenia empresas de turismo de lujo para conseguir caridad con sus propias reservas comentarios que fueron censurados en algun blog espero que no te hayas alojado en ningun complejo de kobo.
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