w a l k o n e a r t h es el lugar donde desahogo mi conciencia y aplasto mis frustaciones. También lo hago en otros lugares, pero me pagan por ello...



martes, 23 de marzo de 2010

LOS RECUERDOS DE LA GUERRA

(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.


Hace ya casi 7 años que realicé esta fotografía (si la memoria no me falla). Fue en el Kurdistán iraquí, al principio de la 2ª Guerra del Golfo. El niño kurdo de la imagen, de nombre Ahmed, tenía en aquel entonces 15 años. Sostenía en alto su AK-47 y, junto a su padre, decía algo asi como: " que vengan, los estamos esperando...". Demasiado joven para sostener ese artilugio en alto y esperar la muerte y/o el hecho de matar de esa forma tan vehemente.
Algunas de las fotografías  de aquellos momentos formaron parte de una exposición colectiva llamada Los Desastres de la Guerra, en la que algunos fotoperiodistas aportamos nuestro granito de arena:  Sandra Balsells, Fernando Moleres, Paco Elvira, Pilar Aymerich, Xabier Mikel Laburu, Roser Vilallonga, Xavier Cervera, Oriol Vila, Jordi Camí y Paco L. del Pino.
Hoy, cuando aquel niño debe de ser un hombre de 21 años aproximadamente,  me pregunto que habrá sido de su vida. Me gusta pensar que un día  bajo el fusil y continuó con sus ovejas. Que salvó la vida de los ataques iraquís y americanos. Que dejó de pensar en esperar la muerte. Dijo Platón que sólo los muertos ven el final de la guerra,  yo espero que Ahmed vea el final de la guerra y permanezca vivo.
Hoy, aquellos desastres de la guerra, son para mi recuerdos de la guerra. Recuerdos desastrosos si acaso.


EN ESTO DE LA FOTOGRAFÍA HAY QUE MOJARSE.

(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.


Hay ocasiones en que con esto de la fotografía uno se tiene que mojar si quiere conseguir algo bueno o positivo. Un punto de vista diferente al que vería un espectador no-fotógrafo o un fotógrafo poco atrevido o simplemente un punto de vista poco habitual, siempre alimenta el interés visual del espectador.
Aquí unos ejemplos. En las tres imágenes yo estaba dentro del agua para poder captarlas como deseaba. En la primera me pillo vestido, con zapatillas de travesía, pantalón largo y mochila a la espalda. No lo dudé: adentro y ya me secaría. En las otras dos, mi desarrollado instinto de bañista, agudizado y entrenado por muchas sesiones en esas playas del mundo, hizo que llevara puesto un bañador (de flores para mimetizarme) y el baño fotográfico fuera más llevadero (no os digo lo que picoteaban los peces de la 2ª imagen). En otra ocasión, estaba yo tirado en el suelo tomando unas fotos de unas bailarinas cuando se me acerco un hombre y me dijo: "perdone, se encuentra bien? necesita ayuda?". Le debería haber contestado: "si, si, me encuentro bien...y mi foto aún mejor, está fantástica!".
Se me ocurre que en esto de la fotografía hay muchas otras formas de "mojarse" pero eso ya es historia para otra entrada. ¿Verdad?
por cierto...es Tailandia.

MIS FOTOS: "GOMER GUARDA COSAS"

(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.

Gomer guarda cosas, o guardaba ya a estas alturas.
Su servicio era eficiente, práctico y barato. Algo habrá que hacer cuando no hay nada que hacer. Debería pensar Gomer.
A pesar de su dedicación, el negocio no parecía marchar bien. Y eso que su establecimiento requería pocos gastos fijos y fue ideado y montado antes de esta gran crisis que nos asola. Gomer diría: crisis a nosotros?, nosotros siempre estamos en crisis, aquí en la lejana amazonía. Y encima sus riquezas se las llevan los ricos, que son ricos por qué hay gente pobre, como Gomer, a los que no les traen cosas para guardar.
Aquel día Gomer parecía triste. Igual siempre estaba triste, pero yo sólo le ví aquel día en aquella ciudad del verde corazón amazónico. Los cordones, con los que amarraba firmemente las cosas que guardaba, colgaban flácidos de la pared prestada, tal vez usurpada. No llores amigo, pensé yo al ver la foto después.
Me acerqué a él una vez hube  disparado mi cámara y con desesperación me dijo: "Le guardo la bolsa? amigo... un solecito no más..."
Recuerdo que pensé algo así como que aquello no era posible, pero sin pensar demasido le dije que si me guardaba un secreto le pagaría el sol que pedía. Sonrió, me estrechó la mano y le conté mi secreto. Los secretos son cosas que se guardan, digo yo. No le pagué por la foto, aquello ni siquiera lo referimos, además el no vió como yo se la hacía  (esta foto). Le pagué por un servicio digno.
Prometió guardarme el secreto y se guardó su sol. Aquél  íntimo y furtivo sentimiento permanecerá allí siempre, atado a los cordones de Gomer. Fue una ganga, pues yo pagué por un día y permanecerá guardado para toda la eternidad.
Claro que no os contaré nunca lo que le dije. Y confío en que si lo encontráis en algún callejón de aquella húmeda ciudad él tampoco os lo contará. Pero os diré que tenía que ver con él y con el sentimiento que me sacó de dentro. el bueno de Gomer...qué será de él?