w a l k o n e a r t h es el lugar donde desahogo mi conciencia y aplasto mis frustaciones. También lo hago en otros lugares, pero me pagan por ello...



miércoles, 30 de noviembre de 2011

CRÓNICAS AMERICANAS | 4ª Parte: Haití, heroínas y villanos.

 Betty, enjaulada en su pasado..
 Young Daddy y uno de sus bodyguards...
 Valérie-Pierre y Jean-Joanne (18 y 27 años respectivamente).

(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.


Betty no es su nombre. Ni el lugar en el que me encuentro con ella es su hogar. Esa no es su habitación. Tampoco es su vida. Todo eso se lo robo un hombre abominable. Mejor, docenas de ellos.
Un demonio con apariencia humana. Un maldito desecho de la sociedad.
No  tengo duda de lo que es el desgraciado que le hizo lo que le hizo a Betty, aquel día lluvioso, cuando la atacó. De lo que tengo duda es de quién es el responsable de convertir a ese degenerado en lo que es. Es complejo.
Claro que en ocasiones a uno se le pasa por la cabeza eso de las ejecuciones sumariales. Inyecciones aplicadas al perpetrador del delito y también a los mamones que no recogen la basura siendo su obligación. Que la dejan que fermente. Que se pudra y que infecte a los más débiles. A los responsables de que la sociedad lleve, tantas y tantas veces, el camino equivocado.
Betty se dedicaba a la prostitución para poder comer. Literalmente “comer”, pues le pagaban con comida. A veces, algún generoso hijo de la grandísima le daba el equivalente a un euro por disponer de su cuerpo de 18 soles.
Agárrense: ahora esa princesa de ébano que perdió su vida, azotada y ultrajada, sólo piensa en salir adelante, ayudada por una organización local y otra internacional. Sin mirar atrás. Sin lloriqueos. A eso le llamo yo echarle un par. Esa es la heroína de la historia.
Pero hay más.
Me llamo Madame Cousnel”, me dice sosteniendo el nieto en brazos. Me señala su cama, digo… la de toda la familia, para que tome asiento, pues en su chabola de 10m2 no caben sillas. Me explica, apretando los labios que comen una vez al día y mal. Lo perdieron todo en el terremoto de 2010 y ahí  continúan: con todo perdido.
Cuando le pregunto por la fuente de ingresos con la que compran lo poco que se echan al estómago ella, sus hijas y sus nietos, se le oscurece el semblante, se arma de valor y me dice:
“ Mi hija se va cada tarde y regresa al campamento  en la noche. No sé que hace durante el día y no me lo cuenta, pero trae un poco de dinero. Imagino que lleva una mala vida ahí afuera. Pero es así como sobreviven estos pequeños.”
¿Imagináis a una madre así de resignada?. Yo no. No la imagino por que la vi delante de mi, real, de carne y hueso. Con el nieto en brazos y el estómago encogido. El corazón, derrotado.
Unas 700.000 personas continúan sin casa y en condiciones pésimas desde hace 2 años, cuando la tierra tembló y mató  a cientos de miles de seres humanos. Apenas hay higiene ni comida. Lo normal es ingerir algo –poco- una o dos veces al día. Lo normal, no lo lógico.
En Cité Soleil, el colega Young Daddy me canta un rap que ha titulado “Jump sans estress”. Detrás, uno de sus “soldados” mantiene la mano dentro de su pequeña mochila de camuflaje. “Las armas no son buenas, pero si necesarias”, afirma el tipo. Paseo con él por uno de los barrios más conflictivos de Haití, hoy más controlado por las fuerzas de la MINUSTAH, pero antaño un auténtico campo de batalla entre bandas. Caminamos por el centro de las calles, como si fuéramos los amos. Tal vez lo somos. Ellos tienen armas. Yo les acompaño a ellos.
“Si yo digo que puedes hacer fotos, puedes hacer fotos,  soy Young Daddy, brother…”.
 
En Croix Deprez, la enorme cruz perdió su travesaño horizontal y el cristo sus brazos, debido al temblor. Ahora ese Jesús discapacitado contempla impotente, no se si indiferente, como Jean-Joanne se prostituye por unas bananas en su propia chabola, junto a su prima Valérie-Pierre y en presencia de su hijita Charlinne-Jean de 4 años. Mientras hablo con ella un tipo aparece en la puerta entreabierta, a contraluz, y dice que me de prisa, que no tiene toda la mañana.
Que quieren que les diga. Pues que todo esto es una sólida, gigantesca, maloliente, creciente, desesperante, angustiosa y absoluta mierda. Y es que lo es.
Heroínas y villanos. Putas y presidentes.

 

13 comentarios:

  1. Ay amigo! Qué te voy a contar. Dos veces que estuve y dos veces que me indigné, primero por el olvido del mundo y luego por su propio destino.
    Es duro. muy duro.

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  2. Ya sé que me repito, pero grácias por contar realidades en primera persona y sin filtros. Apasionante lo que vives, crudo y desolador lo que escribes.
    Una realidad que los medios callaron casi antes de empezar... Situaciones que dejaron de interesar profesionales como tú nos las mantienen en la mente.
    Un saludo
    Reimi

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  3. Gracias Alfons. Te haria tantas preguntas que casi mejor me remito a agradecerte el testimonio.

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  4. Muy bien escrito, enhorabuena, pero sobre todo gracias por divulgarlo, una vergüenza más de nuestro mundo consumista... incluso consume personas. Leyéndote una se pregunta: Quién podrá contener esa voracidad? Creo que solo el pensamiento ético, enraizado en creencias religiosas, puede resistir al ritmo del mercado, que ignora el dolor porque no es rentable. Gracias de nuevo,

    Jana Macià

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  5. Laila, efectivamente el olvido del mundo y lo más grave: el olvido de su gobierno, que sólo se acuerda de llenarse los bolsillos a si mismo.

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  6. Reimi, no es repetición el aliento y el ánimo.Vuestros comentarios ayudan mucho...

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  7. Gracias por tu apoyo Jana. Siempre es dificil saber la respuesta a esa pregunta que planteas. La verdad es que creo que no hay respuesta.

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  8. Alfons!
    ... mis respetos y admiración! (ya te lo decía en otras circunstancias)
    ... me asomo a los seleccionados fragmentos de tu crónica visual y testimonial
    ... quiero creer que el solo hecho de estar con ellos un momento aporta una chispa de esperanza

    Un abrazo
    Miguel

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  9. Gracias Alfons por tus crónicas, son duras y duelen pero lo que más duele es que son reales, que detrás de las cifras de los terremotos, de las guerras, de los conflictos, de los refugiados... detrás de todas esas cifras a las cuales nos acostumbramos, hay nombres e historias personales y, al ponerle cara a las cifras, es cuando realmente duele. Gracias de todas maneras. Tan sólo una pregunta ¿Cómo puedes aislaste emocionalmente de todo ello para que no llevarte todo ello contigo a casa?

    Un beso

    Silvia San Germán

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  10. Sólo se me ocurren dos palabras:

    JODERRRRRRRRRRRRRRR

    y

    GRACIAS!!!

    Roberto

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  11. Gracias Silvia.
    No siempre se aisla uno de todo lo vivido. Va quedando un poso difícil de manejar...
    Saludos

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  12. Roberto, puedes añadir una tercera: CABRONES!!!

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