w a l k o n e a r t h es el lugar donde desahogo mi conciencia y aplasto mis frustaciones. También lo hago en otros lugares, pero me pagan por ello...



viernes, 30 de octubre de 2009

Fotografía documental: desvelo, reflexión y responsabilidad.



Decía Roland Barthes: “No me podría unir a ese grupo de personas que aborda la fotografía desde el punto de vista del fotógrafo…”, y, sinceramente, se podría decir que estoy con el señor Barthes. Por eso me gustaría hablaros de fotografía en singular y no de fotografías, en plural. La importancia histórica de la fotografía documental ha sido la responsabilidad que ésta ha tenido de mostrarnos el mundo. Incluso hoy en día sigue con esa pesada carga a sus espaldas.


Las herramientas utilizadas por la fotografía en su ardua labor son tres. En primer lugar están las cámaras fotográficas, tan solo unos instrumentos de precisión óptica que han ido evolucionando a lo largo de la historia y que tienen un papel secundario en todo esto (no digo que no sea importante). Con ellas transformamos la fotografía sin “s” en fotografías, con “s”. Precisamente esas fotografías, antes en película sensible y hoy en archivos digitales, son la segunda herramienta. Son, por así decirlo, la versión tangible o el cuerpo que alberga el alma del concepto fotográfico. Una función nada desdeñable.

Y, supongo que ya lo esperáis, luego está la tercera, la definitiva y más relevante: los que realizan las fotos, los que presionan el botón del obturador, los que miran y además ven. Todos aquellos que además de fotógrafos son muchas más cosas. Personas con buena intención, comprometidas, sensibles, creativas, conscientes de su responsabilidad y con unos valores firmes, respetuosos y transigentes. No es fácil, queridos amigos, pero tan solo la búsqueda de ese ideal ya nos sitúa en el camino del posible éxito.

Si la fotografía documental es por tanto desvelo, reflexión y responsabilidad, no deberíamos estar de acuerdo con la definición de Barthes en la que aseguraba que la fotografía en general es una nueva forma de alucinación, de percepción falsa pero auténtica en cuanto al tiempo se refiere. Yo prefiero no complicarme y mostrar el mundo como es, no como yo lo veo. ¿O tal vez es al revés? Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error, como dijo Manzoni.

Amigos fotógrafos, intentad no descansar nunca en el error pues la responsabilidad es grande en esto de la fotografía documental. Suerte.

3 comentarios:

  1. Alfons,

    se te echaba de menos en la blogosfera.

    Me han gustado mucho tus nuevas entradas, especialmente esta. Ahora, ¿quién le cuenta a los editores que es mejor agitarse en el error?

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  2. Gracias Rafa,
    lo que yo digo es que es mejor agitarse en la duda y no en el error. No es bueno lo de estar equivocado. En cuanto a los editores: mejor que no se enteren si tenemos dudas o no!je, je... en fin.
    Un abrazo fuerte. alfons.

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  3. Alfons,

    toda la razón, ha sido un lapsus mío. Quería decir agitarse en la duda, por supuesto.

    Un abarzo.

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